lunes, 21 de noviembre de 2011

Fringe

Cuando vi el episodio piloto de Fringe, me gustó pero no me entusiasmó, pensé que eran unos Expedientes X con rubia buenorra en lugar de pelirrojilla sabionda, pero nada más. Sin embargo seguí viendo la serie, quizás porque los que estamos enganchados a la ciencia ficción, tampoco tenemos muchas más opciones.
Sin embargo a partir de la mitad de la primera temporada, la cosa se puso interesante, y la serie hizo un giro argumental, a mi modo de ver, muy acertado.
Los creadores enseguida nos muestran esos universos paralelos, que viven enfrentados a causa de un incidente pequeño y absurdo, pero absolutamente trascendental, dando a entender que cualquier alteración en el espacio-tiempo, puede llegar a tener consecuencias inimaginables.
A diferencia de "Perdidos" ( los creadores son los mismos ), Fringe es una serie de ciencia ficción pura y dura, revestida de tintes nostálgicos y pequeños homenajes a otras series míticas,  por supuesto Expediente X, ya que la protagonista es una agente del FBI Olivia Dunham, (se pronuncia Danam ¿homenaje a Dana Scully?), y que decir tiene que uno de los personajes principales es William Bell, interpretado por el actor Leonard Nimoy, conocido por dar vida al Señor Spock en Star Trek.
Aqui los creadores nos han querido mostrar todo aquello que no pudieron en Perdidos, serie que tocaba la ciencia muy por encima para centrarse mucho más en una espiritualidad que abarcaba conceptos hinduístas, budistas, cristianos e incluso de religiones antiguas como la egipcia, en la isla nada tenía una explicación coherente, siempre parecía que la últmia palabra la teníamos todos y cada uno de nosotros en nuestro interior, sin embargo en Fringe la ciencia, encarnada por Walter Bishop, es capaz de resolver cualquier misterio por extravagante que parezca, y como si de una Santísima Trinidad se tratara, Walter ordena, Peter organiza y Oliva ejecuta...

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